Estilos de aprendizaje

Aprendizajes, estilos y ritmos

Cada persona aprende de formas diferentes. Por lo que es muy importante que instituciones educativas de todos los niveles tomen nota de cómo pueden explotar distintos estilos de aprendizaje en beneficio de sus estudiantes, en lugar de imponer una sola forma de enseñanza a todos de manera indistinta.
De acuerdo con el California Journal of Science, un estilo de aprendizaje consiste en una serie de características personales con las que naces y que desarrollas conforme vas creciendo. Determina, entre otras cosas, a través de qué actividades y sentidos tiendes a absorber información más fácilmente; ya sea a través de la vista, el oído, el tacto, el habla, la toma de notas o una combinación de estas.
A continuación, presentamos un breve resumen de tres de los estilos de aprendizaje más conocidos. Se trata de los sistemas de representación que se basan en los sentidos de los que depende más la gente para procesar información.



Podemos definir los ritmos de aprendizaje como la capacidad que tiene un individuo para aprender de forma rápida o lenta un contenido. 
Los ritmos de aprendizaje tienen especial vinculación con los siguientes factores: edad del individuo, madurez psicológica, condición neurológica, motivación, preparación previa, dominio cognitivo de estrategias, uso de inteligencias múltiples, estimulación hemisférica cerebral, nutrición, etcétera. 
Un niño con alto ritmo de aprendizaje es capaz de aprender unos contenidos mucho más rápido que el promedio, mientras que aquel con ritmo de aprendizaje bajo le llevará más tiempo para comprender y aprender los mismos conocimientos. 
Resulta estratégico para la planificación pedagógica que el docente, al iniciar el año escolar, realice una adecuada evaluación diagnóstica a n de poder determinar los ritmos de aprendizaje de cada alumno. 
Para ello el docente pude explorar cuál de los hemisferios cerebrales tiene más desarrollado, investigar cual de las inteligencias múltiples predomina en él, con qué capacidad es capaz de razonar una situación problemática, entre otras. 
Partiendo de la información recopilada el docente estará en capacidad de valorar el ritmo de aprendizaje de cada uno de sus alumnos. 
No debemos olvidar un factor determinante en las relaciones escolares como lo es la apreciación y las actitudes de los representantes con respecto al desempeño de su representado. Me refiero concretamente a aquellos representantes que presionan al niño y al docente para que el primero aprenda rápidamente, aún por encima de la capacidad del mismo niño. 
Educación 
Este tipo de representante, estimulado tal vez por algún capricho psicosocial, exige un alto y rápido aprendizaje desconociendo los daños que se le pudieran estar causando al estudiante. 
Es aquí donde el papel del docente orientador debe entrar en escena para hacerle comprender a ese representante que lo importante no es la rapidez con la que aprende su representado, sino la efectividad y la calidad del aprendizaje. 
En consecuencia, se le debe respetar el ritmo de aprendizaje de cada niño, no se les debe presionar exigiéndoles más de lo que pueden dar en ese momento ya que el riesgo de bloque y de frustración psicológica sería fatal.
Estilos de Aprendizaje según El modelo VAK
aprendizaje 
Este modelo, llamado visual-auditivo-kinestésico (VAK), toma en cuenta el criterio neurolinguístico, que considera que la vía de ingreso de la información (ojo, oído, cuerpo) –o, si se quiere, el sistema de representación (visual, auditivo, kinestésico)- resulta fundamental en las preferencias de quien aprende o enseña. Por ejemplo, cuando le presentan a alguien, ¿qué le es más fácil recordar después: la cara (visual), el nombre (auditivo), o la impresión (kinestésico) que la persona le produjo?  Más concretamente (Sin mención de autor, 2000a), tenemos tres grandes sistemas para representar mentalmente la información, el visual, el auditivo y el kinestésico. Utilizamos el sistema de representación visual siempre que recordamos imágenes abstractas (como letras y números) y concretas. El sistema de representación auditivo es el que nos permite oír en nuestra mente voces, sonidos, música. Cuando recordamos una melodía o una conversación, o cuando reconocemos la voz de la persona que nos habla por teléfono estamos utilizando el sistema de representación auditivo. Por último, cuando recordamos el sabor de nuestra comida favorita, o lo que sentimos al escuchar una canción estamos utilizando el sistema de representación kinestésico.
y estilos 
Sistema de representación visual.- Los alumnos visuales aprenden mejor cuando leen o ven la información de alguna manera. En una conferencia, por ejemplo, preferirán leer las fotocopias o transparencias a seguir la explicación oral, o, en su defecto, tomarán notas para poder tener algo que leer.  Cuando pensamos en imágenes (por ejemplo, cuando 'vemos' en nuestra mente la página del libro de texto con la información que necesitamos) podemos traer a la mente mucha información a la vez. Por eso la gente que utiliza el sistema de representación visual tiene más facilidad para absorber grandes cantidades de información con rapidez.  Visualizar nos ayuda además a establecer relaciones entre distintas ideas y conceptos. Cuando un alumno tiene problemas para relacionar conceptos muchas veces se debe a que está procesando la información de forma auditiva o kinestésica.  La capacidad de abstracción y la capacidad de planicar están directamente relacionada con la capacidad de visualizar. Esas dos características explican que la gran mayoría de los alumnos universitarios (y por ende, de los profesores) sean visuales. 
Sistema de representación auditivo.- Cuando recordamos utilizando el sistema de representación auditivo lo hacemos de manera secuencial y ordenada. Los alumnos auditivos aprenden mejor cuando reciben las explicaciones oralmente y cuando pueden hablar y explicar esa
1/2/2018 Los ritmos y estilos del aprendizaje - Apuntes y Monografías - Taringa!
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información a otra persona. En un examen, por ejemplo, el alumno que vea mentalmente la página del libro podrá pasar de un punto a otro sin perder tiempo, porqué está viendo toda la información a la vez. Sin embargo, el alumno auditivo necesita escuchar su grabación mental paso a paso. Los alumnos que memorizan de forma auditiva no pueden olvidarse ni una palabra, porque no saben seguir. Es como cortar la cinta de una cassette. Por el contrario, un alumno visual que se olvida de una palabra no tiene mayores problemas, porqué sigue viendo el resto del texto o de la información.  El sistema auditivo no permite relacionar conceptos o elaborar conceptos abstractos con la misma facilidad que el sistema visual y no es tan rápido. Es, sin embargo, fundamental en el aprendizaje de los idiomas, y naturalmente, de la música.
los ritmos 
Sistema de representación kinestésico.- Cuando procesamos la información asociándola a nuestras sensaciones y movimientos, a nuestro cuerpo, estamos utilizando el sistema de representación kinestésico. Utilizamos este sistema, naturalmente, cuando aprendemos un deporte, pero también para muchas otras actividades. Por ejemplo, muchos profesores comentan que cuando corrigen ejercicios de sus alumnos, notan físicamente si algo está mal o bien. O que las faltas de ortografía les molestan físicamente.  Escribir a máquina es otro ejemplo de aprendizaje kinestésico. La gente que escribe bien a máquina no necesita mirar donde está cada letra, de hecho si se les pregunta dónde está una letra cualquiera puede resultarles difícil contestar, sin embargo sus dedos saben lo que tienen que hacer. 
Los ritmos y estilos del aprendizaje 
Aprender utilizando el sistema kinestésico es lento, mucho más lento que con cualquiera de los otros dos sistemas, el visual y el auditivo. Se necesita más tiempo para aprender a escribir a máquina sin necesidad de pensar en lo que uno está haciendo que para aprenderse de memoria la lista de letras y símbolos que aparecen en el teclado.  El aprendizaje kinestésico también es profundo. Nos podemos aprender una lista de palabras y olvidarlas al día siguiente, pero cuando uno aprende a montar en bicicleta, no se olvida nunca.


competencias básicas de la pedagogía

Para la mayoría de los padres solo le importa que sus hijos tengan la suficiente instrucción que permita afrontar los exámenes, ocupar las plazas envidiadas, etc. A la sociedad le obsesiona el inmediato mañana. Pide al niño que prepare solo para objetivos inmediatos. Se puede definir de estos dos enfoques el verdadero fin educativo: el niño desarrollará al máximo su personalidad en el seno de una comunidad racional a la que el mismo sirve y que le sirve.
LA ESCUELA CENTRADA EN EL NIÑO La escuela del mañana se concentrará en el niño como miembro de la comunidad. Las técnicas que se deban dominar, las materias de enseñanza, el sistema de adquisición, las modalidades de la educación surgirán de las necesidades esenciales del niño en función de las necesidades de la sociedad a la que pertenezca.
EL PROPIO NIÑO CONSTRUYE SU PERSONALIDAD CON NUESTRA AYUDA Debemos ofrecer al niño un medio ambiente, materiales, técnicas que le ayuden a su formación; con preparar los caminos por los que se lanzarán, según sus gustos, aptitudes y necesidades. Ya no se dar importancia a la materia que se memoriza sino: a)    A la salud y al ánimo del individuo, a su persistencia en él de sus facultades creadoras y activas. b)    A la riqueza del medio educativo, c)    Al material y las técnicas que, en ese medio, permitirán la educación natural, viva y completa que defendemos.
LA ESCUELA DE MAÑANA SERÁ LA ESCUELA DEL TRABAJO
El trabajo será el gran principio, motor y filosofía de la pedagogía popular, la actividad a partir de la cual se desarrollaran todas las adquisiciones.
CABEZAS BIEN CONSTRUIDAS Y MANOS EXPERTAS ANTES QUE ODRES REPLETOS Basar toda la actividad escolar en el trabajo, supone que la escuela vuelva definitivamente la espalda a la manía de la instrucción pasiva y formal, pedagógicamente condenada; que reconsidere por completo el problema de la formación ligado al de la adquisición; y que se organice para ayudar a los niños a realizarse por medio de la actividad constructiva.
UNA DISCIPLINA RACIONAL, QUE EMANA DEL TRABAJO ORGANIZADO Este nuevo enfoque pedagógico y social conlleva una armonía nueva que suscita un orden profundo y funcional. La escuela del mañana no será de ninguna forma una escuela anárquica en el que el maestro no consiga mantener la necesaria autoridad, por el contrario será la más disciplinada que exista debido a su superior  organización. La disciplina de la escuela del mañana será  la expresión natural y el resultado de la organización funcional de la actividad y de la vida en la comunidad escolar.
UNA ESCUELA DEL SIGLO XX PARA EL HOMBRE DEL SIGLO XX La escuela adaptar sus locales, sus programas y sus horarios así como también sus instrumentos de trabajo y sus técnicas, a las conquistas esenciales del progreso en nuestra época
ESTA READAPTACIÓN SE HARÁ PARTIENDO DE LA BASE Esta readaptación y esta modernización no se harán bajo el signo de la fantasía o de la moda. La adaptación se hará bajo el signo del equilibrio y de la armonía al servicio de la vida. Esto supone una educación arraigada basada en la familia, la tradición, en el esfuerzo perseverante de los hombres que nos han precedido. Los niños estarán llamados construir un mundo mejor que este.
LA ESCUELA DEL PUEBLO NO PODRÁ EXISTIR SIN LA SOCIEDAD POPULAR Nuestra insistencia en vincular la obra del mañana con un pasado  que sabemos que está condenado no podría interpretarse como una tendencia al estatismo político y económico. La experiencia nos obliga a una humanidad mucho mayor. Nos nuestra que, salvo algunas raras excepciones, la escuela no se haya jamás a la vanguardia de del progreso social, por el contrario la escuela va siempre a la carga de las conquistas locales con un retraso más o menos lamentable. No esperemos más para adaptar nuestra educación al mundo nuevo que va a nacer.

Motivación pedagógica

La motivación es la fuerza que nos mueve a realizar actividades. Continuamente escuchamos que los alumnos no muestran interés por las cuestiones académicas y que no están motivados. Pero, a menudo, lo que ocurre es que sí que están motivados para llevar a cabo otro tipo de tareas que les resultan más gratificantes. Desde la perspectiva del alumno, se consideran las motivaciones intrínsecas, inherentes a su personalidad, y las extrínsecas que aparecen a través del proceso de enseñanza y aprendizaje suscitado por el docente. Aunque en la motivación intervienen contextos familiares o culturales, en el presente artículo nos centraremos en el ámbito escolar para analizar cómo los docentes podemos mejorar la motivación de nuestros alumnos promoviendo así un aprendizaje útil.
Para lograr que los alumnos encuentren las clases suficientemente interesantes es necesario potenciar su motivación intrínseca, es decir, el interés que sale del interior del propio alumno o alumna. Es importante también ayudar al chico a que encuentre un valor en el aprendizaje que le pueda ayudar en su vida cotidiana. En ocasiones, será una utilidad claramente  práctica y en otras en forma de sólida base de conocimientos y competencias que le faciliten poder desenvolverse con soltura en los retos y situaciones de la vida.
Pese a que es un tipo de motivación que, por definición, nace del interior de la persona, lo cierto es que existen estrategias para potenciar la motivación intrínseca:
1. Intentar asociar las actividades de la clase con los intereses del estudiante: deportes, música, eventos de actualidad, cultura audiovisual, etc.
2. Despertar la curiosidad del estudiante apelando al factor sorpresa. Por ejemplo, señalando discrepancias existentes entre determinadas creencias de la mayoría de la gente sobre muchos temas y la realidad.
3. Utilizar juegos y actividades, on line y físicas, para hacer las clases más divertidas, amables y cercanas a los alumnos.
4. Introducir variedad en la organización y estructura de las clases para no aburrir a los alumnos con una excesiva monotonía.





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